El problema: Cifras
En la actualidad, más de mil millones de personas no tienen acceso al suministro de agua potable. Esto obliga a las mujeres y a los más jóvenes a emprender agotadoras jornadas en busca de agua insegura, al tiempo que les priva de dignidad, alfabetización y tiempo.
Fuente: http://www.vestergaard-frandsen.com/
- 884 millones de personas carecen de recursos de agua potable mejorados (1)
- 4.000 millones de casos anuales de enfermedades diarreicas (2)
- 1,8 millones de vidas se pierden cada año debido a enfermedades diarreicas (2)
- 443 millones de días de clase perdidos cada año debido a enfermedades relacionadas con el agua (3)
- 117 millones de años de vida ajustados por discapacidad (DALY) se pierden anualmente debido a infecciones por diarrea y parásitos intestinales (4)
- OMS y UNICEF. 2008. Monitoring Programme for Water Supply and Sanitation
- ONS. 2007. Combating waterbone disease at the household level
- Human Development Report. 2006
- Brocklehurst, C. 2004. Water and Sanitation Program: The Case for Water and Sanitation
Fuente: http://www.vestergaard-frandsen.com/
El problema: Detalles
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG) procuran reducir a la mitad la proporción de gente sin acceso sostenible a agua potable entre 1990 y 2015. Aún, se estima que 884 millones de personas en el mundo, 37% de las cuales viven en África subsahariana, todavía utilizan recursos precarios de agua potable (1).
La falta de acceso a agua potable segura contribuye al alarmante agobio de las enfermedades diarreicas alrededor del mundo, que afectan particularmente a los más jóvenes, a las personas inmuno deprimidas y a los pobres. Casi una de cada cinco muertes infantiles – alrededor de 1,5 millones por año – es por causa de la diarrea. La diarrea mata a más niños pequeños que el SIDA, la malaria y el sarampión juntos (2). Beber agua contaminada también conduce a la reducción del tiempo productivo de la persona, con efectos económicos amplios.
Aproximadamente 43% de la población mundial, especialmente la clase con menores ingresos en regiones rurales remotas del mundo en vías de desarrollo, carece de tuberías de agua seguras. Por esto, existe una necesidad apremiante de contar con
opciones efectivas y asequibles para obtener agua potable segura en el hogar. El tratamiento en el punto de uso (POU) es un enfoque alternativo, que puede agilizar los beneficios de salud relacionados con la provisión de agua potable segura para las poblaciones en riesgo. Le brinda a la gente la posibilidad de controlar la calidad de su agua potable. El tratamiento del agua en el hogar o en otro punto de uso también reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua que surgen como resultado de la recontaminación durante la obtención, el transporte y la utilización en el hogar, una causa conocida de degradación de la calidad del agua (3). En muchas áreas rurales del mundo en vías de desarrollo, las intervenciones hogareñas para la calidad del agua pueden reducir la morbilidad por diarrea en más del 40% (4,5). Tratar el agua en los hogares ofrece importantes ventajas para la salud ahorrando costos considerables en comparación con las mejoras convencionales en el suministro de agua, como las redes de tuberías de agua para los hogares (6).
Los filtros de agua han demostrado ser las intervenciones más efectivas entre todos los métodos de tratamiento del agua en el punto de uso para la reducción de enfermedades diarreicas. La revisión (7) Cochrane demuestra que no es suficiente tratar el
agua en el punto de suministro; también debe ser tratada en el punto de consumo.
Fuente: http://www.vestergaard-frandsen.com/
La falta de acceso a agua potable segura contribuye al alarmante agobio de las enfermedades diarreicas alrededor del mundo, que afectan particularmente a los más jóvenes, a las personas inmuno deprimidas y a los pobres. Casi una de cada cinco muertes infantiles – alrededor de 1,5 millones por año – es por causa de la diarrea. La diarrea mata a más niños pequeños que el SIDA, la malaria y el sarampión juntos (2). Beber agua contaminada también conduce a la reducción del tiempo productivo de la persona, con efectos económicos amplios.
Aproximadamente 43% de la población mundial, especialmente la clase con menores ingresos en regiones rurales remotas del mundo en vías de desarrollo, carece de tuberías de agua seguras. Por esto, existe una necesidad apremiante de contar con
opciones efectivas y asequibles para obtener agua potable segura en el hogar. El tratamiento en el punto de uso (POU) es un enfoque alternativo, que puede agilizar los beneficios de salud relacionados con la provisión de agua potable segura para las poblaciones en riesgo. Le brinda a la gente la posibilidad de controlar la calidad de su agua potable. El tratamiento del agua en el hogar o en otro punto de uso también reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua que surgen como resultado de la recontaminación durante la obtención, el transporte y la utilización en el hogar, una causa conocida de degradación de la calidad del agua (3). En muchas áreas rurales del mundo en vías de desarrollo, las intervenciones hogareñas para la calidad del agua pueden reducir la morbilidad por diarrea en más del 40% (4,5). Tratar el agua en los hogares ofrece importantes ventajas para la salud ahorrando costos considerables en comparación con las mejoras convencionales en el suministro de agua, como las redes de tuberías de agua para los hogares (6).
Los filtros de agua han demostrado ser las intervenciones más efectivas entre todos los métodos de tratamiento del agua en el punto de uso para la reducción de enfermedades diarreicas. La revisión (7) Cochrane demuestra que no es suficiente tratar el
agua en el punto de suministro; también debe ser tratada en el punto de consumo.
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